"Cuando ya me haya ido amor,
búscame en el horizonte,
búscame en el tenue ocaso
y me encontrarás con el lucero.

No te canses, no me olvides,
solo... búscame.
Piensa en aquel arroyo,
búscame el el agua fresca
siéntela cerca tuyo
sentirás mis labios, mis besos
cuál fruta tierna y fresca.

No estés triste, no llores, sólo recuerdame.
Recuerdame en la sonrisa de un niño
en la inocente brisa
que se transforma en vendaval.

Recuerdame en las flores,
en la fuente de agua viva,
en el vuelo de una ave,
en la luz de un candil encendido.

Cierra los ojos y escucha tu corazón
él, te abrirá el cofre de los recuerdos,
él, me traerá de vuelta a ti,
él, te recordará que te amé, te amo y te amaré.

Cuando me haya ido amor,
no mueras conmigo,
vive por mi y por ti, honrame así.

Nunca olvides que estoy contigo,
tomándote de la mano,
aunque sólo la sientas como una brisa
besándote y acariciándote
aunque no lo creas.

Cuando me haya ido amor,
no desesperes, no llores,
búscame en tu corazón
y allí me encontrarás
sólo para ti, eternamente."


Swami Kurmarajadasa

¿Qué ves?


¿qué ves cuando me ves?
Ves mi mirada esperando la tuya?
Ves el miedo que empapa mi pecho?
Ves tantos años de soledad no estando sola?
Ves mis secretos?
Y mis dolores?
Ves que puedo reirme hasta que me duela la cara?
Y los abrazos que doy a mis amigos?
Ves cuánto disfruto la vida? y la música?
Qué ves cuando me ves?
Tal vez no a mí...
o tal vez si...